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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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25-04-2017

 

El “Ñato” o, como pretenden (algunos), su “personalidad multifacética”.

SURda

Notas

C.E.R

 

 

"Son el reflejo del pensamiento de una época donde estaba más de moda “la acción” que la teoría y donde el marxismo clásico se reducía al rol o papel de “una simple guía para la acción”."

 

En medio de la chatura de ideas y la orfandad política más crasa, ( “la miseria de la filosofía” escribía un Sr. “peludo” de Treveris, socarronamente, en respuesta a un intelectual “progresista” de sus tiempos que había escrito una cierta “Filosofia de la Miseria”) nos encontramos –ahora- que el Sr. EFH, es “La Pluma”, de la misma manera que otro “héroe” de aquellos tiempos (“Ulpiano”) a poco de estirar la pata lo van a denominar “la Frase” y, ¿por qué no? a cierto escultor fracasado, que la va de radical de opereta y la juega de “loco violento” posiblemente le borren el apelativo de “Marmolito” para denominarlo…¿ quien sabe que? –quizás “El Cincel Furioso”, en vez del personaje mediocre que siempre fue? ¿ Y que tal… con la “Tronca” como “La gran muñeca”?

Nadie podrá negar que al plebeyo y popular apelativo de “Ñato”( con su connotación runfla de “coso”,“baraja” o “punto”), el apelativo reciente de “La Pluma”, le da ese aire más patricio y noble que él buscaba agregándole al galaico y simple Fernández el apelativo materno para darle un poco más de brillo al nombre y asi se estableció el Huidobro.

En países “del Plata” (donde nunca existió el preciado metal) y donde las grandes familias eran, para el argentino Jauretche, una mera oligarquía criolla “con olor a bosta”, los intentos de camuflarse están de moda. “Date aire, Lavalleja” le decía Ana Monterroso a su cónyugue –insigne sableador- pero hombre que se dormía en las representaciones de teatro y –para colmo- se le escapaba en ocasiones públicas, un sonoro pedo, que arruinaba la reunión y dispersaba a los presentes más que apresuradamente ante las consecuencias olorosas y apestantes del “escape”.

Y bien, cuáles son las obras, opúsculos, folletos, tan memorables que elevan al antiguo “Nato” casi hasta el Parnaso oriental, en compañía de un José Enrique Rodó, un Carlos Vaz Ferreira, un Carlos Quijano, un Zum Felde, un Carlos Real de Azua, o un Galeano o Benedetti?

- No existen , simplemente, no existen.

Sus “trece libros” no aguantan el menor esfuerzo de análisis crítico y riguroso. Están repletos de mentiras, de falsedades y falsificaciones (nos referimos a los de “historia”) y en cuanto a los otros folletos, son meras tiradas de ocasión. “La Pluma” no llega ni a “Lápiz afilado” aunque imita el pseudónimo que tenia otro –ese si verdadero intelectual y ruso- del que Isaac Deutscher ha dejado una biografía en tres tomos.

Pero ¿y antes, no es acaso el escribidor de tantos “documentos” del viejo MLN-Tupamaros?

-Vayamos por partes, decimos. Los “famosos documentos ” leídos comparativamente con otras producciones guerrilleras de la época en América Latina, no son de ninguna manera unos portentos de enjundia o de sabiduría política. Son el reflejo del pensamiento de una época donde estaba más de moda “la acción” que la teoría y donde el marxismo clásico se reducía al rol o papel de “una simple guía para la acción”. Eso para empezar. Primaba entonces “el marxismo-leninismo” la más notable falsificación ideólogica del stalinismo, catequismo viejo que paso a los basureros de la Historia, con la implosión de la antigua Unión Sovietica. No viene mal eso de hacer un poco de memoria, particularmente para ciertos “embalados”.

Sigamos, señalando que esos mentados “documentos”, eran la síntesis de procesos de discusión interna y de aportes de diferentes compañeros a los cuales después, se les daba forma final y el redactor cumplía el rol tradicional y, hasta clásico, en estos menesteres, que el refrán italiano confiere al “traductor”.

El traductor o escribidor es un gran traidor del pensamiento colectivo volcado en múltiples reuniones. Lo hace por motivos prácticos: hay que darle forma escrita, reducida y sintética, a algo que en su origen era mucho más fermental, polifacético y lleno de matices. En aquellos tiempos EFH, se reducía a ser “el escribidor” o transcriptor del pensamiento colectivo de otros, su “resumidor”. Otros, mucho más sesudos que él, eran los que llevaban la voz cantante e imponían su pre-eminencia intelectual.

Agreguemos que después del 89, -y coincidiendo con su primacía política en el colectivo- el “Nato” realizó una expropiación violenta y grosera de autoría y atribuciones. Se proclamó “el demiurgo” de todos ellos. Y Zabalza, que era entonces “un peón” del Ñato aprovechó la bolada para incluir el denominado con el número 5, que no fue nunca algo más que la expresión de un pensamiento particular de su autor , a una categoría autonómica que nunca tuvo. El mentado “documento” nunca fue aprobado colectivamente. En honor a la verdad, la validez del “Documento 5” no existió nunca, pero igual circuló entre interesados , mientras otros pensamientos, notas o reflexiones, se los ocultaba o censuraba. Así de crasas son las cosas.

¿Dónde queda entonces la fama y las glorias de “La Pluma” como se dice ahora?

-No existe, es un mito más, otro “embalaje” de ciertos círculos de nuestras clases medias, el “medio-pelo” criollo que anda siempre en busca de “novedades” y se embala con cualquier cosa porque como buenos bobalicones están dispuestos a salir a “agitar banderitas” y gritar “Viva, viva” aunque no sepan el porqué de lo que gritan ni el origen, ni la razón, en resumen: el rol irracional de ciertos colectivos de pelotudos (o…avivados, que también los hay).

Con todos estos “considerandos” llegamos así a la novísima conclusión de que el “Ñato” galaico NO era una especie de pensador egregio de la izquierda nacional, proveniente de la cantera guerrillera. Sustento material, este nuevo mito, no tiene. Es un pretendido ídolo con las patas de barro (y de barro bien “berreta” agreguemos, ni siquiera la noble arcilla).

-Y,…aceptemos, ¿pero no va a poder negar que el hombre era un polemista brillante, una mente acerada, una “espada parlamentaria” (como se dice ahora) de lo más afilada?

-Respondemos a todos estos novísimos cultores de “la democracia” valor pretendidamente absoluto, en los tiempos que corren, con una frase que aprendimos en nuestra niñez:” En el país de los ciegos, el tuerto es…Rey”.

Nuestro Palacio SALIVATIVO, norte y omega de más de un centenar de parlamentarios mediocres y corruptos, prendidos a las prebendas, los “enjuagues”, las coimas, los privilegios y los viajes, no es, no lo fue nunca, sino el antro donde algunos se arrogan la quimera de “representantes” populares, para seguir cumpliendo con la desprestigiada ceremonia de traicionar –elección tras elección- a sus electores. En ese antro de jodedores profesionales, el Sr. EFH “tallaba”. Un “taita” entre “guapos de cartón”. Y allí era capaz de proferir una frase recurrente de las que produce el ocio bien pago con los dineros públicos - y el excedente de tiempo y recursos- que permiten una reflexión sobre alguna lectura provechosa. Lo otro fue el panegírico a un antiguo rival, al que se había humillado públicamente anteriormente, en lo verdaderamente fermental de sus ideas, para invocarlo –con lágrimas de cocodrilo- y la frase recordatoria, después de muerto. Valiente cínico era el Ñato!!!!

No, definitivamente no. El Ñato, que- para nuestro gusto y paladar- “bien muerto esta” (y esperemos que pudriéndose aceleradamente) no es ningún pensador original, ningún historiador valioso de recordar, ningún escritor o pensador de cuya obra pueda beneficiarse alguien, en nuestro país y, a la vista está, tampoco en el extranjero. Sus obritas no se re-editan en parte alguna de nuestro continente. No hay editorial, ni editor, ni público que demande conocer las supuestas bondades o los beneficios de su pensamiento. Vivió y murió como una mala persona, traicionando a todos los que fueron sus amigos, compañeros y camaradas.

Mantuvo la máscara hasta el final,… no le quedaba otra, pretendiendo convencer de que sus veleidades eran importantes, cuando eran de una vulgaridad pasmosa.

En los demás aspectos de su vida, señalemos que era “ castigador de mujeres” (por eso termino viviendo en el ministerio donde se hizo hacer un bulín), que era un escaviador que “esclavo de la bebida”, como dice Yupanqui , “se lo pasaba borracho” y que eso hacía porque bien sabía que “la procesión iba por dentro”, que nadie elige el camino de ser un canalla, sin que la psiquis se deteriore y reconozca, en los verdaderos momentos de intimidad, que la imagen que le devolvía el espejo era peor que la que el cuadro le devolvía Dorian Gray. Que ese monstruo horrible, mugriento, alcoholizado, una “auténtica bolsa de pedos” era él.

Consideramos que esta puntada inicial es esencial para referirnos a un libro reciente, encargado por la editorial Planeta, a la periodista y escritora Maria Urruzola, sobre el triste personaje del “Ñato”.

Pero para el tema –en el cual intervienen otros personajes- y para el tema central del libro que pretende insinuar que el “Ñato” no es el traidor que fue, sino un hombre extraviado con una idea fija y, que a través de ella, llegó a su final, son necesarias otras notas. A las cuales convidamos a los sufridos lectores que quieran seguirnos en esa disquisición. Vale c.e.r.

Nota posterior, necesaria.

Escrito esta, nos llega por la red de la solidaridad militante tupamara agraviada (red existente pero no oficial, ni oficializada), la nota de Leandro Grille. Una especia de “bolche-tupamaro” o sea, una variedad de una especie extinta: “los celestes” rama oportunista del 6-puntismo, que surgió cuando los rehenes regresaron al Penal.

Este pibe Leandro, (de la “misa” no conoce ni la mitad) sale en defensa del EFH, criticando a un libro que, confiesa, ni leyó, ni piensa leer . Asi que le decimos que da palos de ciego, cuestión que es cara a más de un bobalicón del “medio-pelo” criollo.

Del libro que no leyó , opina Leandrito:” Tampoco es una aproximación académica a la densidad del hombre, todo lo cual requiere del método de las ciencias históricas, ámbito que no es su especialidad”…. Bla, bla, o viru, viru (como acostumbraba decir su difunto defendido).

La “densidad” de EFH, depende del líquido sobre el cual flotara y EFH terminó “inflado como sorete en kerosén”. Esa es la justa.

No se precisa Alejandrito, “una aproximación académica a la densidad del hombre”.. simplemente porque una aproximación académica (hay varias en marcha) demostraría que como ideólogo y pensador era de escasísimo valor. Toda su obra era “cortar y pegar”, una búsqueda incesante de “elementitos” buscado en las más diferentes tiendas.

EFH, mal que le pese a sus seguidores y alcahuetes, no tenía formación alguna. Por eso, ante la menor crítica o cuestionamiento reaccionaba airado y daba muestras de su conocida mala educación. Se hacia “el violento”. (Lo señala el periodista Leicht, pero hay muchos más ejemplos).

Con los “botones”, en cambio, que lo cagaron a palos, era “manso como una malva”. Tanto él como los dos otros miembros del trío de rehenes al que pertenecía uno de los cuales es colega de Leandrito, en su revistita. Por eso le hicieron el sepelio “bárbaro” en el Ministerio de Defensa, con las palabras de un…Manini Ríos (un representante típico de la vieja reacción colorada “riverista”, reaccionario al mango y, éste, además, milico), en el sepelio le metieron desde banderas de Peñarol, a la bandera tupamara ultrajada y no faltó el cómico que le encajó en el cajón una botella del líquido con el que se embriagaba. Una mierda de sepelio, acorde al personaje!!!!

Leandrito, el mismo lo confiesa, no paso nunca más que de pegatinero, y eso después del 85 cuando en plena democracia primaveral, la cosa era, relativamente, liviana. Por eso le recomendamos que aminore sus indignaciones de neófito, de las cuales cuando sea mayorcito, y se entere del resto de las “hazañas” de su “héroe”, más bien se va a agarrar la cabeza.

 

 

 

 

 


 
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